MÉDULA
ÓSEA Y CÉLULAS MADRE
Muchos piensan que el hueso es una
estructura sólida con muy poca circulación sanguínea, y que básicamente es un
depósito de calcio sin vida. Esto para nada es cierto. Los huesos son
estructuras vivas, con gran circulación sanguínea, y dada la importancia de la
médula ósea como la fuente de las células madre, es pertinente describir
brevemente lo que es la médula ósea.
Existen dos tipos de estructura ósea:
compacta y esponjosa. Estas dos estructuras difieren en densidad y en qué tan
herméticamente está organizado el tejido óseo. La fuerza de un hueso proviene
de la cantidad y densidad de hueso compacto. La circulación sanguínea y la
"vida" de un hueso están ubicadas en el hueso esponjoso. Es ahí donde
se encuentra la médula ósea, en pequeñas cavidades dentro del hueso esponjoso.
En
los niños, los huesos contienen únicamente médula
roja. Sin embargo, conforme madura el esqueleto, la médula amarilla (que
alberga grasa) desplaza a la médula roja en los huecos de los huesos largos de
las extremidades. En los adultos, la médula roja permanece principalmente en
las costillas, las vértebras, los huesos pélvicos y en el cráneo. Es en la
médula roja donde las células madre son producidas, así que la transformación
de la médula roja en médula amarilla explica la reducción de la producción de células
madre conforme avanza la edad. La frecuencia de células madre en la médula ósea
ha sido estimada en 1 por cada 10 mil células medulares, lo que da un estimado
total de aproximadamente 150 millones de células madre.
En
general, las células se dividen de manera natural a través
de un proceso conocido como "división simétrica",
por la cual la célula materna se divide en dos células hijas idénticas. Durante
este proceso, se produce una copia del ADN de la célula materna. Como se
muestra en el siguiente diagrama, una rama del ADN original (verde) y una rama
de su copia (rojo) conforman cada célula hija. Sin embargo, en la médula ósea
la división celular sucede a través de un proceso conocido como "división
asimétrica", en la cual las dos células hijas no son idénticas. Una hija
hereda las copias del ADN, mientras que la otra retiene el ADN original. La
primera es requerida para dejar la médula ósea, mientras que la segunda
permanece en ésta, conservando el ADN original como plano maestro para células
futuras.
Por lo tanto, a través de este proceso, a
pesar de liberar células madre de la médula ósea, el número de células madre
siempre permanece relativamente constante en ésta. Este proceso es también
conocido como "la hipótesis de la hebra codificadora inmortal"(24).
En consecuencia, el apoyo de la liberación de células madre de la médula ósea
no agotará ni afectará a la misma.
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