sábado, 6 de junio de 2015

LA TERAPIA CELULAR EN LA RENOVACIÓN DEL CUERPO A TRAVÉS DE LAS CÉLULAS MADRE ADULTAS



RENOVACIÓN DEL CUERPO A TRAVÉS DE LAS CÉLULAS MADRE ADULTAS
http://celmadre.blogspot.mx/2015/06/la-renovacion-del-cuerpo-traves-de-las.html

La renovación del cuerpo a través de las células madre adultas
¿Alguna vez te has preguntado qué sucede cuando rasguñas o quemas tu piel, o te rompes un hueso? ¿Cómo se repara el cuerpo a sí mismo? El punto de vista convencional es que las células de la piel llamadas fibroblastos crean una matriz extracelular compuesta de colágeno, sobre la cual proliferan las células epiteliales y emigran para reconstituir el tejido dañado. Aunque este proceso parece explicar el fenómeno de reparación de pequeñas heridas superficiales, no se justifica la reparación de daños mayores en el tejido.
En primer lugar, las células epiteliales no tienen la habilidad de diferenciarse en todos los tipos de células involucradas en la reparación de tejidos complejos. Por ejemplo, al tratarse de la reparación de la piel, la piel recién formada contendrá folículos capilares, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas, pero las células epiteliales no tienen la habilidad de convertirse en estos tipos de células. En segundo lugar, las células epiteliales u otro tipo de células, generalmente no se proliferan a un ritmo que pueda explicar el proceso tan rápido de reparación que está sucediendo en varios tejidos.


Lo que ha surgido en los últimos años, a través de una vasta literatura científica, es el novedoso punto de vista de que el proceso de reparación y renovación que sucede en el cuerpo involucra a las células madre de la médula ósea. Cuando un tejido es expuesto a un trauma significativo, las células madre originadas en la médula ósea emigran hacia el tejido, proliferan y se diferencian en las células de ese tejido, apoyando así el proceso de reparación(25). Este proceso natural de reparación ha sido detectado en muchos tejidos y órganos del cuerpo. Es el proceso natural de renovación del tejido que ocurre en el cuerpo cada día de nuestras vidas ¡desde el día en que nacemos!.

Describamos brevemente el proceso que se lleva a cabo cuando en cualquier momento un tejido es expuesto a un trauma y necesita ayuda. Unas cuantas horas después de que un tejido sufre algún trauma o daño, el tejido afectado libera un compuesto llamado Factor Estimulador de Colonias de Granulocitos(G-CSF, por sus siglas en inglés). El G-CSF es bien conocido por su función de impulsar la liberación de células madre de la médula ósea(26). El G-CSF es comúnmente usado previo a los tratamientos que involucran quimioterapia o radiaciones.
Dado que se sabe que estos tratamientos matan a todas las células madre del cuerpo, y que se requiere del trasplante de células madre posteriormente, el paciente con cáncer comúnmente recibe una inyección de G-CSF para provocar la liberación de células madre de la médula ósea con la finalidad de cosechar y crio-preservar células madre. Después del tratamiento, las células madre son descongeladas y reinyectadas en el paciente para reconstituir la médula ósea.

Después del daño en el tejido, conforme su concentración se incrementa en la sangre de manera lenta y natural, el G-CSF detona la liberación de células madre de la médula ósea, aumentando el número de células madre circulando en la sangre(26). Como lo veremos a continuación, mucha evidencia científica indica que este aspecto es probablemente la parte más crucial de todo el proceso.
El incremento del número de células madre en la circulación sanguínea, significa que más células madre están disponibles para emigrar hacia el tejido dañado.

Poco después (durante las 24 horas después del incidente), el tejido afectado libera un compuesto único llamado Factor-1 Estromal-Derivado (SDF-1, por sus siglas en inglés)(27). El SDF-1 es el único compuesto que se sabe que atrae células madre. Cuando el SDF-1 se une al CXCR4 (que es el receptor presente en la superficie de las células madre), esta vinculación dispara la expresión de moléculas de adhesión en la superficie de la célula. Por lo tanto, como el SDF-1 se difunde desde el área afectada hacia la circulación sanguínea y como las células madre circulando en la sangre viajan a través del tejido afectado, la unión de SDF-1 al CXCR4 impulsa la adhesión de células madre sobre la pared capilar y subsecuentemente su emigración dentro del tejido(28). Cuando llegan al tejido afectado, las células madre proliferan y entonces se diferencian en las células de ese tejido, asistiendo de esta manera a la reparación del tejido(29).
Este proceso completo ya ha sido demostrado en numerosos estudios y se ha visto que las células madre participan en la reparación de músculos, huesos, páncreas, cerebro, piel, hígado, intestinos, pulmón... ¡Prácticamente en cada órgano y tejido del cuerpo!(17).

En este proceso completo, parece ser que el número de células madre circulando por el torrente sanguíneo es el factor más importante. Cuando el nivel de células madre circulantes fue medido en el torrente sanguíneo de individuos que sufrieron una herida, los individuos con el número más grande de células madre el día de su herida, mostraron la más rápida y mayor recuperación(30).

Así mismo, cuando el número de células madre fue cuantificado en el torrente sanguíneo de casi 500 individuos y su estado de salud fue monitoreado durante un año, los individuos con un número mayor de células madre en su sangre mostraron un mejor nivel de salud(31). En otras palabras, más células madre circulando por el torrente sanguíneo significa que más células están disponibles para emigrar a los tejidos que podrían necesitar asistencia.
El alga AFA: Un nuevo concepto de bienestar
Los descubrimientos descritos anteriormente han permitido que se enfoque la atención sobre una alga poco conocida, llamada Aphanizomenon flos-aquae (AFA). AUTOGEN contiene AFA la cual ha estado en el mercado por casi tres décadas y la gente que la consume ha reportado una amplia variedad de beneficios en la salud. 






Estos beneficios fueron clasificados inicialmente en tres grandes categorías:
    •    Beneficios en el sistema inmunológico,
    •    Apoyo en procesos desinflamatorios y
    •    Apoyo  en la  eliminación de células anómalas
    •    Beneficios en el sistema nervioso.

A través de los años fueron identificados compuestos específicos en la AFA que parcialmente explicaban los beneficios reportados(32). Y también a través de todos los años, la gente ha comentado sobre una amplia gama de beneficios en la salud que tocan varios aspectos de la fisiología humana, y que no podían ser completamente explicados por la presencia de estos compuestos. Cómo era posible que un solo producto botánico pudiera producir tantos beneficios, fue un misterio por muchos años, hasta el reciente descubrimiento que indica que el alga AFA contiene un compuesto llamado "ligando de L-selectina" que apoya la liberación de células madre en la médula ósea.
Dentro de los beneficios de  consumir 
El alga AFA , ya que  contiene un polisacárido que ayuda a la activación de un tipo específico de linfocito T
Los linfocitos T (algunas veces llamadas células T) son otro tipo de células inmunológicas. Los linfocitos T no producen anticuerpos moleculares. Las funciones especializadas de los linfocitos T son :
1) Atacar directamente antígenos extraños como virus, hongos, tejidos trasplantados, células anómalas.
2) Para actuar como reguladores del Sistema Inmunológico.
3) Así como su migración de la sangre hacia los tejidos (34).
 Es en los tejidos donde las células T pueden llevar a cabo su tarea específica de detectar y matar células disfuncionales. AFA también mostró que estimula la actividad de necrofagia, que es la primera línea de defensa del cuerpo humano (32).

AFA contiene un pigmento azul llamado ficocianina. En la célula viviente de la AFA, la ficocianina actúa como un poderoso antioxidante     (35), y además de esta propiedad, la ficocianina provee gran apoyo al proceso inflamatorio saludable(36),(37).  Todo esto da como resultado la mejoría en pacientes con  procesos tumorales y cáncer provocando una reducción de tamaño hasta eliminarlos siguiendo el tratamiento alternativo recomendado.


Para mayor información de AUTOGEN  en esta pagina o en el correo cenmedvib@hotmail.com

viernes, 5 de junio de 2015

A PARTIR DE CELULAS MADRE CIENTIFICOS CULTIVAN CEREBROS



A PARTIR DE CÉLULAS MADRE CIENTÍFICOS CULTIVAN CEREBROS
publicado en : investigacion y desarrollo

celulas madreCientíficos han cultivado por primera vez cerebros humanos en miniatura a partir de células de la piel en un laboratorio, como parte de un estudio sobre el desarrollo del más complejo de nuestros órganos, fuente de la creatividad y la conciencia humanas.
Los minicerebros miden menos de cuatro milímetros en sentido transversal, pero los investigadores afirman que equivalen en desarrollo al cerebro de un feto humano de unas nueve semanas de gestación, e incluso poseen la compleja estructura tridimensional de un verdadero cerebro embrionario.
Intentos anteriores de hacer crecer tejido cerebral en el laboratorio se han enfocado en cultivar neuronas en dos dimensiones en un plato plano con nutrientes, pero el estudio más reciente empleó una gota de gel nutriente como plataforma tridimensional, en la cual las células se organizaron solas para formar el órgano en miniatura.
Los científicos han llamado organoides cerebrales a esos cerebros primitivos. Han subrayado que las estructuras vivas están lejos de poder ser descritas como verdaderos cerebros humanos, con potencial de tener conciencia de sí mismos y del medio circundante, umbral de desarrollo que sería éticamente incorrecto cruzar, advirtieron.
Tres o cuatro milímetros no parecen mucho, pero para quien está acostumbrado a trabajar con un microscopio es un montón. Las zonas cerebrales individuales que encontramos en nuestros organoides no difieren mucho en tamaño de los órganos endógenos en esta etapa de desarrollo, comentó Juergen Knoblich, del Instituto de Biotecnología Molecular, en Viena.
Mucha complejidad
En absoluto, no es el objetivo de nuestro trabajo generar estructuras cerebrales de orden superior. Para nosotros, el asunto no es hacerlas más grandes; ya en este tamaño pueden tener mucha complejidad... este es uno de esos casos en que el tamaño de veras no importa, añadió el doctor Knoblich.
Los minicerebros fueron creados a partir de células de piel humana que fueron convertidas en células troncales por medio de una técnica bien establecida de ingeniería genética. De este modo se produjeron células troncales pluripotentes inducidas (iPS, por sus siglas en inglés), que luego fueron impulsadas por estimulantes químicos y nutrientes a desarrollarse en células cerebrales maduras, las cuales se organizaron solas en las estructuras rudimentarias de un cerebro embrionario, tales como la corteza cerebral.
El doctor Knoblich indicó que los organoides ya han arrojado luz sobre un trastorno llamado microcefalia, que es cuando el cerebro no alcanza el tamaño correcto en la matriz, y también podría ayudar a investigar padecimientos como autismo y esquizofrenia, los cuales involucran disfunciones desconocidas en el desarrollo cerebral temprano.
En fechas recientes se han hecho numerosos intentos de modelar tejido cerebral humano a partir de células humanas. Se ha generado un ojo, una glándula pituitaria e incluso un hígado, pero hasta ahora el más complejo de los órganos humanos, el cerebro, no ha sido susceptible a esos cultivos, añadió Knoblich. Esta técnica nos permite estudiar los rasgos específicamente humanos del desarrollo cerebral. Podemos analizar la función de los genes individuales en un entorno humano. Hemos podido modelar una enfermedad, la microcefalia, pero nos gustaría avanzar hacia trastornos más comunes, como la esquizofrenia y el autismo, expresó.
Hasta ahora se han realizado pruebas de fármacos en modelos animales y células humanas aisladas. Estos modelos de cultivos orgánicos ofrecen la posibilidad de probar medicamentos directamente, sin experimentos con animales, para obtener resultados mejor informados, añadió.
El estudio, publicado en la revista Nature, mostró que es posible convertir células de la piel en una forma especializada de tejido embrionario llamada neuroectodermo, que produce todos los componentes del cerebro y el sistema nervioso. Los organoides de un paciente de microcefalia no pudieron crecer tan rápido como otros, pero esto se puede corregir remplazando un gen defectuoso que causa el trastorno, mostró el estudio.
Andrew Jackson, de la Unidad de Genética Humana del Consejo de Investigación Médica, en Edimburgo, quien colaboró con el doctor Knoblich, dijo que los organoides cerebrales proporcionan una nueva forma de estudiar el cerebro humano, la estructura más compleja conocida, con aproximadamente 100 mil millones de neuronas y muchas veces ese número de conexiones cerebrales.
Poder generar tejido de tal complejidad en un cultivo de células es un avance significativo para el estudio de la enfermedad humana en el laboratorio, afirmó.
Oliver Brustle, experto en células troncales de la Universidad de Bonn, comentó: Estas estructuras no son sólo peculiares artefactos de laboratorio... los organoides recrean los primeros pasos en la formación de la corteza cerebral humana, y por tanto se prestan a estudios del desarrollo cerebral y de los trastornos del desarrollo neural.
Fuente: La Jornada en línea




¿PARA QUÉ SIRVEN LAS NEURONAS NUEVAS EN NUESTRO CEREBRO?

EL .

El descubrimiento de que el cerebro humano continúa produciendo nuevas neuronas en la edad adulta desafió un dogma importante en la neurociencia. Fue en la década de los 60 del siglo pasado cuando el neurobiólogo estadunidense Joseph Altman observó que se producían nuevas neuronas en zonas concretas del cerebro de ratas adultas, descartando que este proceso desapareciera tras el nacimiento como entonces se creía. Pero su descubrimiento fue ignorado porque iba en contra de la corriente imperante entonces en neurociencia.
Los neurocientíficos más ilustres de la época trataron de comprobar la observación de Altman, aunque sin éxito. Una de las razones por las que posiblemente no consiguieron ver las neuronas recién nacidas (neurogénesis) fue porque las buscaban en el cerebro de animales de laboratorio que estaban confinados en jaulas, en condiciones estresantes, sin actividad física ni actividades gratificantes. Y hoy se sabe que esas condiciones reducen drásticamente la neurogénesis.
Como un moderno Galileo, Altman tuvo que dejar de lado su observación a regañadientes. Y sin embargo, hay neurogénesis, podría haber proclamado por lo bajo, como se cuenta que hizo Galileo cuando le obligaron a afirmar que la Tierra estaba fija en el espacio (Y sin embargo, se mueve). En efecto, en el cerebro adulto de mamíferos, incluido el humano, nacen nuevas neuronas en zonas muy concretas, como después se comprobó: el bulbo olfatorio y el hipocampo, una región del cerebro que juega un papel importante en la memoria y el aprendizaje.
En 2011 Robert Altman recibió el premio Príncipe de Asturias de Investigación, medio siglo después de aquel descubrimiento. Sin embargo, el papel de esas “polémicas” neuronas en el comportamiento y la cognición todavía no está claro, como recuerda un artículo de opinión publicado en la revista “Trends in Cognitive Sciences”, Maya Opendak y Elizabeth Gould, de la Universidad de Princeton, que repasan los factores ambientales que influyen en el nacimiento de nuevas neuronas.
Las autoras discuten cómo el nacimiento de esas neuronas puede ayudar a los animales y los seres humanos a adaptarse a su entorno en un mundo complejo y cambiante. Lo que sí se sabe es que las experiencias estresantes y la falta de sueño, reducen el número de nuevas neuronas en el hipocampo. Por el contrario, el ejercicio físico, las experiencias novedosas y gratificantes tienden a aumentar la producción.
Paralelamente, la tasa de nacimiento de nuevas neuronas en la edad adulta puede tener importantes consecuencias conductuales y cognitivas. La supresión de la neurogénesis inducida por el estrés se ha asociado con un rendimiento deficitario en tareas cognitivas dependiente del hipocampo, como el aprendizaje espacial y la memoria.
Gould y sus colaboradores han propuesto recientemente que la disminución de la neurogénesis inducida por el estrés puede tener también una función adaptativa al mejorar las posibilidades de supervivencia mediante el aumento de la ansiedad y la inhibición de la exploración, para priorizar la seguridad y el comportamiento de evitación, a expensas de un rendimiento óptimo en las tareas cognitivas. Por otro lado, los aumentos de la neurogénesis inducidos por la recompensa pueden reducir la ansiedad y facilitar la exploración y el aprendizaje, que conduce a un mayor éxito reproductivo.
Sin embargo, cuando las experiencias aversivas superan en número a los gratificantes, tanto en cantidad como en intensidad, el sistema puede llegar a un punto de ruptura y producir un resultado de mala adaptación. Por ejemplo, el estrés repetido produce una reducción en el nacimiento de nuevas neuronas y, en última instancia, la aparición de una mayor ansiedad y síntomas depresivos.
Y es que la neurogénesis es un elemento fundamental del sistema hipocampal para ejercer sus funciones, incluyendo aprendizaje y memoria, ansiedad, y regulación del estrés, así como la última en descubrirse, denominada separación de patrones, que nos permite distinguir dos recuerdos muy parecidos, explica José Luis Trejo, que dirige el Grupo de Neurogénesis del Individuo Adulto en el Instituto Cajal del CSIC en Madrid.
Neuronas especiales
“El valor añadido de la neurogénesis adulta es que las nuevas neuronas tienen propiedades electrofisiológicas especiales, distintas de las de las neuronas maduras, lo que confiere al sistema una capacidad de adaptación, o plasticidad, extra que responde a la actividad y a la experiencia”, señala.
Otro aspecto que se discute aún es “el significado adaptativo de los incrementos y disminuciones del número de nuevas neuronas, en el contexto de mayor o menor flexibilidad conductual, y cómo estas neuronas sirven el propósito de modular la respuesta individual a un entorno rápidamente cambiante y retador, como es el del medio natural”, añade Trejo.
Igual que la confirmación de la neurogénesis se vio dificultada por las condiciones de laboratorio, y aunque estas han mejorado mucho desde entonces, en la actualidad se plantea que pueden ser aún demasiado artificiales para abordar con precisión la neurogénesis adulta.
José Luis Trejo explica que se trata de “un aspecto muy novedoso en una revisión de este tipo, la comparación entre la situación experimental en el laboratorio con lo poco que se sabe de la situación en condiciones naturales. Se defiende la idea de que los protocolos conductuales experimentales que usamos en los laboratorios han estado bien, pero ahora se necesita implementar nuevos protocolos más etológicos o naturalísticos con objeto de aprender el papel real de la neurogénesis adulta en la experiencia individual en la naturaleza. Estos protocolos deberían recrear las condiciones naturales de vida, incluyendo por ejemplo, la dominancia jerárquica”.
Fuente: ABC España / Pilar Quijada

CELULAS MADRE, EN EL TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES CRONICO DEGENERATIVAS


 

 CELULAS MADRE, EN EL TRATAMIENTO ALTERNATIVO CONTRA EL CÁNCER Y ENFERMEDADES CRÓNICO DEGENERATIVAS.

 

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La renovación del cuerpo a través de las células madre adultas
¿Alguna vez te has preguntado qué sucede cuando rasguñas o quemas tu piel, o te rompes un hueso? ¿Cómo se repara el cuerpo a sí mismo? El punto de vista convencional es que las células de la piel llamadas fibroblastos crean una matriz extracelular compuesta de colágeno, sobre la cual proliferan las células epiteliales y emigran para reconstituir el tejido dañado. Aunque este proceso parece explicar el fenómeno de reparación de pequeñas heridas superficiales, no se justifica la reparación de daños mayores en el tejido. En primer lugar, las células epiteliales no tienen la habilidad de diferenciarse en todos los tipos de células involucradas en la reparación de tejidos complejos. Por ejemplo, al tratarse de la reparación de la piel, la piel recién formada contendrá folículos capilares, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas, pero las células epiteliales no tienen la habilidad de convertirse en estos tipos de células. En segundo lugar, las células epiteliales u otro tipo de células, generalmente no se proliferan a un ritmo que pueda explicar el proceso tan rápido de reparación que está sucediendo en varios tejidos. Lo que ha surgido en los últimos años, a través de una vasta literatura científica, es el novedoso punto de vista de que el proceso de reparación y renovación que sucede en el cuerpo involucra a las células madre de la médula ósea. Cuando un tejido es expuesto a un trauma significativo, las células madre originadas en la médula ósea emigran hacia el tejido, proliferan y se diferencian en las células de ese tejido, apoyando así el proceso de reparación(25). Este proceso natural de reparación ha sido detectado en muchos tejidos y órganos del cuerpo. Es el proceso natural de renovación del tejido que ocurre en el cuerpo cada día de nuestras vidas ¡desde el día en que nacemos!.

 

Describamos brevemente el proceso que se lleva a cabo cuando en cualquier momento un tejido es expuesto a un trauma y necesita ayuda. Unas cuantas horas después de que un tejido sufre algún trauma o daño, el tejido afectado libera un compuesto llamado Factor Estimulador de Colonias de Granulocitos(G-CSF, por sus siglas en inglés). El G-CSF es bien conocido por su función de impulsar la liberación de células madre de la médula Ósea (26). El G-CSF es comúnmente usado previo a los tratamientos que involucran quimioterapia o radiaciones.

 

 

 

Dado que se sabe que estos tratamientos matan a todas las células madre del cuerpo, y que se requiere del trasplante de células madre posteriormente, el paciente con cáncer comúnmente recibe una inyección de G-CSF para provocar la liberación de células madre de la médula ósea con la finalidad de cosechar y crio-preservar células madre. Después del tratamiento, las células madre son descongeladas y reinyectadas en el paciente para reconstituir la médula ósea. Después del daño en el tejido, conforme su concentración se incrementa en la sangre de manera lenta y natural, el G-CSF detona la liberación de células madre de la médula ósea, aumentando el número de células madre circulando en la sangre(26). Como lo veremos a continuación, mucha evidencia científica indica que este aspecto es probablemente la parte más crucial de todo el proceso. El incremento del número de células madre en la circulación sanguínea, significa que más células madre están disponibles para emigrar hacia el tejido dañado. Poco después (durante las 24 horas después del incidente), el tejido afectado libera un compuesto único llamado Factor-1 Estromal-Derivado (SDF-1, por sus siglas en inglés)(27). El SDF-1 es el único compuesto que se sabe que atrae células madre. Cuando el SDF-1 se une al CXCR4 (que es el receptor presente en la superficie de las células madre), esta vinculación dispara la expresión de moléculas de adhesión en la superficie de la célula.

Para leer el articulo completo:

Tomado de

 



Para mayor información sobre este tratamiento solicítelo en esta pagina o en el correo cenmedvib@hotmail.com

o al tel 65 95 71 28




 

LA RENOVACION DEL CUERPO A TRAVES DE LAS CELULAS MADRE ADULTAS


LA RENOVACIÓN DEL CUERPO A TRAVÉS DE LAS CÉLULAS MADRE ADULTAS
¿Alguna vez te has preguntado qué sucede cuando rasguñas o quemas tu piel, o te rompes un hueso? ¿Cómo se repara el cuerpo a sí mismo? . Ve el video: https://www.youtube.com/watch?v=bIQ8fHEoTx4
El punto de vista convencional es que las células de la piel llamadas fibroblastos crean una matriz extracelular compuesta de colágeno, sobre la cual proliferan las células epiteliales y emigran para reconstituir el tejido dañado. Aunque este proceso parece explicar el fenómeno de reparación de pequeñas heridas superficiales, no se justifica la reparación de daños mayores en el tejido. En primer lugar, las células epiteliales no tienen la habilidad de diferenciarse en todos los tipos de células involucradas en la reparación de tejidos complejos. Por ejemplo, al tratarse de la reparación de la piel, la piel recién formada contendrá folículos capilares, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas, pero las células epiteliales no tienen la habilidad de convertirse en estos tipos de células. En segundo lugar, las células epiteliales u otro tipo de células, generalmente no se proliferan a un ritmo que pueda explicar el proceso tan rápido de reparación que está sucediendo en varios tejidos.

Lo que ha surgido en los últimos años, a través de una vasta literatura científica, es el novedoso punto de vista de que el proceso de reparación y renovación que sucede en el cuerpo involucra a las células madre de la médula ósea. Cuando un tejido es expuesto a un trauma significativo, las células madre originadas en la médula ósea emigran hacia el tejido, proliferan y se diferencian en las células de ese tejido, apoyando así el proceso de reparación(25). Este proceso natural de reparación ha sido detectado en muchos tejidos y órganos del cuerpo. Es el proceso natural de renovación del tejido que ocurre en el cuerpo cada día de nuestras vidas ¡desde el día en que nacemos!.


Describamos brevemente el proceso que se lleva a cabo cuando en cualquier momento un tejido es expuesto a un trauma y necesita ayuda. Unas cuantas horas después de que un tejido sufre algún trauma o daño, el tejido afectado libera un compuesto llamado Factor Estimulador de Colonias de Granulocitos(G-CSF, por sus siglas en inglés). El G-CSF es bien conocido por su función de impulsar la liberación de células madre de la médula ósea(26). El G-CSF es comúnmente usado previo a los tratamientos que involucran quimioterapia o radiaciones. Dado que se sabe que estos tratamientos matan a todas las células madre del cuerpo, y que se requiere del trasplantes de células madre posteriormente, el paciente con cáncer comúnmente recibe una inyección de G-CSF para provocar la liberación de células madre de la médula ósea con la finalidad de cosechar y crio-preservar células madre. Después del tratamiento, las células madre son descongeladas y reinyectadas en el paciente para reconstituir la médula ósea.

Después del daño en el tejido, conforme su concentración se incrementa en la sangre de manera lenta y natural, el G-CSF detona la liberación de células madre de la médula ósea, aumentando el número de células madre circulando en la sangre(26). Como lo veremos a continuación, mucha evidencia científica indica que este aspecto es probablemente la parte más crucial de todo el proceso. El incremento del número de células madre en la circulación sanguínea, significa que más células madre están disponibles para emigrar hacia el tejido dañado.

Poco después (durante las 24 horas después del incidente), el tejido afectado libera un compuesto único llamado Factor-1 Estromal-Derivado (SDF-1, por sus siglas en inglés)(27). El SDF-1 es el único compuesto que se sabe que atrae células madre. Cuando el SDF-1 se une al CXCR4 (que es el receptor presente en la superficie de las células madre), esta vinculación dispara la expresión de moléculas de adhesión en la superficie de la célula. Por lo tanto, como el SDF-1 se difunde desde el área afectada hacia la circulación sanguínea y como las células madre circulando en la sangre viajan a través del tejido afectado, la unión de SDF-1 al CXCR4 impulsa la adhesión de células madre sobre la pared capilar y subsecuentemente su emigración dentro del tejido(28). Cuando llegan al tejido afectado, las células madre proliferan y entonces se diferencian en las células de ese tejido, asistiendo de esta manera a la reparación del tejido(29).

Este proceso completo ya ha sido demostrado en numerosos estudios y se ha visto que las células madre participan en la reparación de músculos, huesos, páncreas, cerebro, piel, hígado, intestinos, pulmón... ¡Prácticamente en cada órgano y tejido del cuerpo!(17). En este proceso completo, parece ser que el número de células madre circulando por el torrente sanguíneo es el factor más importante. Cuando el nivel de células madre circulantes fue medido en el torrente sanguíneo de individuos que sufrieron una herida, los individuos con el número más grande de células madre el día de su herida, mostraron la más rápida y mayor recuperación(30).

Así mismo, cuando el número de células madre fue cuantificado en el torrente sanguíneo de casi 500 individuos y su estado de salud fue monitoreado durante un año, los individuos con un número mayor de células madre en su sangre mostraron un mejor nivel de salud(31). En otras palabras, más células madre circulando por el torrente sanguíneo significa que más células están disponibles para emigrar a los tejidos que podrían necesitar asistencia.

MEDULA OSEA Y CELULAS MADRE


 

MÉDULA ÓSEA Y CÉLULAS MADRE

Muchos piensan que el hueso es una estructura sólida con muy poca circulación sanguínea, y que básicamente es un depósito de calcio sin vida. Esto para nada es cierto. Los huesos son estructuras vivas, con gran circulación sanguínea, y dada la importancia de la médula ósea como la fuente de las células madre, es pertinente describir brevemente lo que es la médula ósea.

Existen dos tipos de estructura ósea: compacta y esponjosa. Estas dos estructuras difieren en densidad y en qué tan herméticamente está organizado el tejido óseo. La fuerza de un hueso proviene de la cantidad y densidad de hueso compacto. La circulación sanguínea y la "vida" de un hueso están ubicadas en el hueso esponjoso. Es ahí donde se encuentra la médula ósea, en pequeñas cavidades dentro del hueso esponjoso.

En los niños, los huesos contienen únicamente médula roja. Sin embargo, conforme madura el esqueleto, la médula amarilla (que alberga grasa) desplaza a la médula roja en los huecos de los huesos largos de las extremidades. En los adultos, la médula roja permanece principalmente en las costillas, las vértebras, los huesos pélvicos y en el cráneo. Es en la médula roja donde las células madre son producidas, así que la transformación de la médula roja en médula amarilla explica la reducción de la producción de células madre conforme avanza la edad. La frecuencia de células madre en la médula ósea ha sido estimada en 1 por cada 10 mil células medulares, lo que da un estimado total de aproximadamente 150 millones de células madre.

En general, las células se dividen de manera natural a través de un proceso conocido como "división simétrica", por la cual la célula materna se divide en dos células hijas idénticas. Durante este proceso, se produce una copia del ADN de la célula materna. Como se muestra en el siguiente diagrama, una rama del ADN original (verde) y una rama de su copia (rojo) conforman cada célula hija. Sin embargo, en la médula ósea la división celular sucede a través de un proceso conocido como "división asimétrica", en la cual las dos células hijas no son idénticas. Una hija hereda las copias del ADN, mientras que la otra retiene el ADN original. La primera es requerida para dejar la médula ósea, mientras que la segunda permanece en ésta, conservando el ADN original como plano maestro para células futuras.

 

Por lo tanto, a través de este proceso, a pesar de liberar células madre de la médula ósea, el número de células madre siempre permanece relativamente constante en ésta. Este proceso es también conocido como "la hipótesis de la hebra codificadora inmortal"(24). En consecuencia, el apoyo de la liberación de células madre de la médula ósea no agotará ni afectará a la misma.

PAPEL DE LAS CELULAS MADRE EN EL CUERPO


EL PAPEL DE LAS CÉLULAS MADRE EN EL CUERPO

Como ya se ha mencionado anteriormente, las ASC son bien conocidas por su función en la constante renovación de células en la sangre (glóbulos rojos, linfocitos y plaquetas) y en la regeneración de los huesos, ligamentos, tendones y tejido conectivo. Sin embargo, hasta hace poco tiempo se creía que ésta era su única capacidad para convertirse en otros tipos de células.

Entonces, ¿cómo fue descubierto el verdadero papel que desempeñan las células madre en el cuerpo? ¿cómo es que con el sofisticado nivel científico de hoy, es apenas hasta ahora que se descubre este fenómeno?

Si se analiza cuidadosamente, este descubrimiento es nada menos que ¡el descubrimiento de un sistema en el cuerpo, completamente nuevo!.

Un sistema es un tejido o un órgano, o un grupo de tejidos y órganos que consta de células específicas que realizan tareas igualmente específicas que afectan a otros órganos y tejidos, y que está dirigido a apoyar la salud y supervivencia de todo el organismo. Por ejemplo, el sistema cardiovascular está compuesto por el corazón y su tarea es la de bombear sangre con la finalidad de llevar nutrientes y oxígeno a cada célula del cuerpo. El sistema digestivo consta del estómago e intestinos (principalmente) y su tarea es la de digerir la comida y extraer los nutrientes que puedan ser absorbidos para alimentar cada célula del cuerpo. El sistema endocrino está compuesto por varios órganos cuya tarea es secretar compuestos llamados hormonas que modulan el funcionamiento de otros órganos y tejidos. Por ejemplo, el páncreas secreta insulina que permite el transporte de la glucosa hacia las células y la glándula tiroides secreta hormonas tiroidales que estimulan el metabolismo del cuerpo. En relación con las células madre, tenemos la médula ósea que secreta células que viajan hacia los tejidos dañados, restaurando su óptimo funcionamiento. ¡La ciencia ha descubierto el sistema de renovación del cuerpo!.


¿Por qué tardó tanto este descubrimiento?

Se puede encontrar la respuesta en la historia de la ciencia misma, donde frecuentemente los descubrimientos suceden una vez que se cuenta con las herramientas necesarias. Por ejemplo, ¿cómo se descubrieron las bacterias? Después del desarrollo del microscopio. El microscopio fue originalmente ideado para calcular la densidad del hilo en las telas. Un día, por curiosidad, Anton van Leeuwenhoek usó su microscopio para ver una gota de agua y describió por primera vez minúsculos organismos moviéndose allí. Las bacterias fueron observadas por primera vez... y no únicamente así fueron descubiertas las bacterias, sino que pronto se dieron cuenta que éstas se encuentran en todos lados.

 

El descubrimiento de la función de las células madre en el cuerpo sigue el mismo guión. Una proteína espontáneamente fluorescente llamada proteína verde fluorescente (GFP, Green Fluorescent Protein), fue aislada de la medusa Aequoria victoria, localizada en la profundidad del océano. Ya que la GFP es una proteína, es posible derivar el ADN responsable de su producción e incorporar el gen de la GFP en el núcleo de una célula madre. En este caso, todas las células derivadas de la célula madre fluorescente original también serán fluorescentes. El descubrimiento de la GFP es de tal importancia que, de hecho, fue galardonado con el Premio Nobel de Química en el 2008.

Cuando los científicos comenzaron a inyectar células madre fluorescentes en animales irradiados, un tratamiento que mata todas las células madre en el cuerpo, enseguida las células del tejido fluorescente comenzaron a aparecer en varios tejidos. Pero más notable fue el hecho de que si se ocasionaba una herida en cualquier tejido específico, el área de la herida pronto comenzaría a exhibir importantes cantidades de fluorescencia. El área dañada estaba siendo cubierta con nuevas células funcionales especializadas de ese tejido, pero las células eran fluorescentes, indicando que provenían de la médula ósea. Un proceso que hasta entonces había sido virtualmente invisible, de pronto se hacía visible: ¡un descubrimiento que está cambiando la forma en que se aprecia la ciencia biológica!. Debido al descubrimiento de la GFP.,

 Se demostró que las células madre adultas que provienen de la médula ósea tienen la habilidad natural de convertirse, dentro del cuerpo, en células del hígado, músculo, retina, riñón, páncreas, pulmón, piel y hasta del cerebro... poniendo fin al dogma de que nacemos con un número determinado de células cerebrales y de que el cerebro no se puede regenerar. Pero la observación más fascinante que resalta de estos estudios, es que este proceso es natural. Después de una herida o un simple trauma en un órgano, las células madre de la médula ósea viajan hacia ese órgano y desempeñan un papel crucial en el proceso de reparación del tejido.

 

CELULAS MADRE




CÉLULAS MADRE





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•    CELULAS MADRE ADULTAS

QUÉ ES UNA CÉLULA MADRE?
Las células madre se definen como células que tienen la capacidad particular de auto-replicarse durante toda la vida de un organismo y de diferenciarse en células de varios tejidos. La mayor parte de las células del cuerpo están especializadas y juegan un papel muy definido en el cuerpo. Por ejemplo, las células del cerebro responden a señales eléctricas que provienen de otras células cerebrales y liberan neurotransmisores, las células de la retina son activadas por la luz y las células-ß del páncreas producen insulina. Tales células, llamadas células somáticas, nunca se diferenciarán en otro tipo de células, ni siquiera proliferarán. En contraste, las células madre son células primitivas que permanecen indiferenciadas hasta que reciben una señal avisándoles que se conviertan en varios tipos de células especializadas.

Generalmente, hay dos tipos de células madre: las células madre embrionarias y las células madre adultas. Las células madre embrionarias son células aisladas de la blástula, que es el embrión incipiente de alrededor de ocho días de vida, en tanto que las células madre adultas son las que se encuentran en el cuerpo después del nacimiento. El término "células madre adultas" no se refiere a las características asociadas con la edad adulta; es para diferenciarlas del embrión en desarrollo. Las células madre en la médula ósea de un bebé recién nacido, por ejemplo, o las células madre encontradas en el cordón umbilical, son consideradas como células madre adultas.

CÉLULAS MADRE EMBRIONARIAS

Las células madre embrionarias (o ESC, Embrionary Stem Cells) provienen de la masa celular interna de la blástula (o blastocito), que es el embrión en sus primeros días. Las ESC son pluripotenciales, lo que significa que pueden convertirse en casi cualquier tipo de célula, lo cual es obvio ya que estas células desarrollarán a un ser humano completo. En la naturaleza, las ESC tienen una vida muy corta ya que sólo existen en el embrión incipiente. Conforme las ESC se desarrollan y se dedican a convertirse en diferentes tipos de células del feto en desarrollo, gradualmente pierden su pluripotencialidad. Sin embargo, cuando son cultivadas in vitro, las ESC pueden mantenerse y proliferar casi eternamente.

Aunque las ESC han sido investigadas por mucho tiempo como parte del estudio del desarrollo embrionario, sólo es a partir de 1998 que las ESC humanas han podido ser desarrolladas exitosamente in vitro. El cultivo exitoso de las ESC humanas, inmediatamente provocó una serie de preguntas:
    •    Dado que las ESC pueden convertirse casi en cualquier tipo de célula del cuerpo, ¿podría una inyección de ESC llevar a mejoras significativas en la salud?
    •    ¿Sería posible hacer crecer órganos in vitro para fines de trasplantes?
    •    ¿Podríamos manipular el material genético de las células madre embrionarias con la finalidad de reparar genes defectuosos en un órgano?
Pero tales disertaciones y esfuerzos se vieron rápidamente obstaculizados por profundas consideraciones éticas y morales. Dado que el origen de las ESC humanas tienen que ser embriones humanos, el punto central de este asunto, inmerso en las religiones, es: "¿cuándo se considera que un embrión es un ser humano completo?". La idea de desarrollar embriones humanos con el único propósito de extraer las ESC es obviamente cuestionable. Muchas personas creen que el óvulo fertilizado, al tener el potencial de convertirse en un ser humano completo, es ya legalmente una persona. Por lo tanto, basado en este punto de vista, el uso de las ESC es semejante a asesinar. Por otra parte, los que apoyan la investigación de las ESC argumentan que un embrión está lejos de ser un ser humano completo, y si la utilización de embriones puede salvar vidas e incrementar su calidad de vida, entonces vale la pena. Después de todo, argumentan los que apoyan la investigación de las ESC, que tales embriones provienen de óvulos fertilizados que ya no fueron utilizados en clínicas de fertilidad y que de cualquier manera serán desechados, entonces ¿por qué no usarlos para salvar vidas en lugar de descartarlos?. Hasta ahora, este debate ha tenido muy restringido el desarrollo de la investigación de las ESC.

Haciendo a un lado estas consideraciones éticas y morales, el punto principal es que a pesar de todas las promesas de la investigación de las ESC, casi 10 años de investigación no han producido un tratamiento exitoso y seguro. Muchos estudios, utilizando las ESC, han mostrado que aunque los resultados a veces pueden ser extraordinarios, hay un riesgo significativo de desarrollar tumores.
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